Un día lunes, al finalizar mis clases de colegio, solo me quedaban doscientos pesos que eran para volver a mi casa, pero desde hace días que quería comprar un raspe ya que pensé que mi dinero podría duplicar. Ese mismo día fui a comprar con la seguridad de que ganaría mucho dinero. Para mí lo único que tendría por ese día lo tenía en mis manos. Lo raspé y perdí todo mi dinero sin ganar; y sin dinero para regresar a mi casa. Por esta razón, para realizar este texto decidí utilizar el refrán popular “Más vale pájaro en mano, que cien volando”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario