Cuando llegaron las vacaciones de invierno nunca pensé lo que iba a suceder en los cuatro días más locos de mi vida, esto pasó en cuanto llegamos a la casa de mi tío Heraldo, yo, mi mamá, mi tía, mis primos y mi hermana menor quedamos a alojar en la casa, era ya el 2º día y me aburría mucho hasta que solo horas más tardes iba a descubrir algo maravilloso, había un cerro o mejor dicho una colina muy bonita. Luego vi cabras muy bonitas, eran de un esponjoso pelaje delgadas y decaída, después vi una colina más grande hasta que yo y mi primo menor fuimos y eso fue maravilloso ya que este cerro se podían ver muchas otras tierras, era algo tan lindo se sentía como si fueras a las tierra altas de Escocia. Había una bajada muy bonita y muy empicada donde se encontraban las cabras, aunque había otra cabra muy ploma oscura y era muy enojona, ya que cuando te acercabas a las de mas cabras esta enfurecía. Al día siguiente yo, mi hermana y mi primo chico, fuimos de nuevo a la colina, pero esta vez fue muy diferente, yo y los demás fuimos pero habían vacas que solo minutos más tarde se irían, ya que lo que les contaré a mi me dio mucho miedo.
Autor: Walter Cristóbal Quinteros Salgado
Creado: 02/08/2011
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